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Un vestuario deportivo es utilizado por atletas para guardar su equipo y prepararse para prácticas y competencias. Debido a la falta de espacio, el movimiento suele verse obstaculizado por el equipo acumulado. La experiencia del usuario, desde el acceso hasta la eficacia del desplazamiento, se ve comprometida. Esto resalta la importancia de enfoques de diseño centrados en el usuario que combinen funcionalidad de diseño y almacenamiento en vestuarios deportivos. Este artículo describe maneras de ayudar a los usuarios deportivos a satisfacer las necesidades y superar los desafíos que presenta el espacio limitado.
El espacio de un vestuario deportivo se aprovecha mejor mediante un sistema integral de taquillas. Las taquillas estándar de un solo tamaño suelen no adaptarse a equipos grandes como mochilas deportivas o cascos, lo que genera un desperdicio de espacio. Las taquillas personalizables cuentan con estantes, divisores y ganchos ajustables. Por ejemplo, las taquillas con estantes pueden dividirse en secciones para equipo limpio y sucio, mientras que los ganchos permiten colgar camisetas sin generar desorden en el suelo. La altura de las taquillas también es importante. Las taquillas altas con espacio superior de almacenamiento pueden guardar equipos estacionales (como chaquetas para deportes al aire libre en invierno), mientras que las más bajas son más accesibles para el equipo de uso diario.
Adaptar las taquillas al tipo específico de equipo deportivo ayuda a maximizar cada pulgada del espacio disponible.
Dividir un vestuario deportivo en zonas específicas ayuda a eliminar el desorden cruzado y permite aprovechar mejor el espacio. Las zonas comunes incluyen una zona de almacenamiento de equipo, una zona de cambio, una zona de ducha y una zona para secar el equipo. En la zona de almacenamiento de equipo, los casilleros pueden colocarse a lo largo de las paredes perimetrales para maximizar el espacio central del piso para movimiento. En la zona de cambio, agregue asientos con bancos que tengan almacenamiento debajo. Estos bancos permiten a los atletas sentarse y cambiarse, mientras que el espacio debajo puede usarse para guardar zapatos u otras mochilas. La zona de secado debe incluir accesorios como percheros de pared para toallas o trajes de baño, con el fin de evitar el desorden que ocurre cuando el equipo se amontona en los casilleros. Al gestionar estas diferentes funciones, se evita el caos (como la mezcla de equipo mojado y ropa seca) y se asegura que el espacio se utilice según lo planeado, lo que mejora el aprovechamiento del área.
Este es un paso que tiende a olvidarse y por eso es muy importante. Ganchos, estantes y repisas montados en la pared que suben y bajan, así como también sobre armarios o en paredes vacías, pueden utilizarse para almacenar artículos que no necesitan guardarse en armarios.
Por ejemplo, los ganchos en la pared pueden colgar redes de deportes y bandas elásticas, mientras que las repisas flotantes pueden sostener botiquines y botellas de agua. Otras opciones de almacenamiento vertical, como estantes altos para bates y palos de hockey, mantienen los artículos largos organizados y fuera del suelo. Incluso se puede aprovechar la parte trasera de las puertas de los armarios: pequeños ganchos o bolsillos de malla añadidos en el exterior permiten a los atletas guardar artículos pequeños como llaves o tapas de botellas de agua sin tocar el interior del armario. Este enfoque de diseño en el almacenamiento ayuda a mantener el suelo libre y despejado, al mismo tiempo que brinda una mayor percepción espacial del lugar.
Para mantener el flujo del espacio, el vestuario para atletas debe estar equipado con mobiliario y accesorios compactos y multifuncionales. En lugar de accesorios voluminosos, pesados y estacionarios, los bancos deben ser plegables o apilables. Durante los períodos de fuera de temporada, estos pueden almacenarse en posición vertical contra la pared para ahorrar espacio en el suelo. Las estaciones compartidas de tocador también deben estar equipadas con espejos montados sobre el lavabo, para crear espacio de vanidad montado en la pared y así evitar el contacto con el suelo. Esto promueve el uso del espacio vertical, lo que a su vez ayuda a mantener el piso despejado para cualquier atleta que se esté preparando para equiparse.
Otra solución son los carros con ruedas: estos carros pequeños con estantes pueden almacenar toallas adicionales, productos de limpieza, etc., y pueden moverse según sea necesario, en lugar de ocupar un lugar fijo. Cuando la elección del mobiliario es multifuncional o puede guardarse cuando no se necesita, entonces el espacio no se desperdicia en mobiliario que no está en uso. Se aprovecha al máximo el espacio físico sobre el mobiliario mismo.
Cualquier tarea en el vestuario deportivo resulta más sencilla y el espacio es menos congestionado cuando existe un flujo adecuado de movimientos. Comience con un espacio suficiente entre los casilleros y los bancos. Una distancia de 3 pies permite que los atletas pasen unos junto a otros con mínimos roces. Ubique las duchas y las puertas de salida separadas entre sí para evitar cuellos de botella. Por ejemplo, si el área de duchas está en un extremo del vestuario, la puerta de salida puede colocarse al otro lado de la sala, lejos del área de duchas, para que los atletas no se aglomeren en un solo lugar. Las vías de circulación no deben quedar bloqueadas por objetos grandes, como estantes para equipo o bancos. Dar una apariencia espaciosa al vestuario también ahorra tiempo a los atletas; aquellos que necesiten cambiarse rápidamente y dirigirse al campo o cancha agradecerán no tener que correr.
Se necesita la cooperación del usuario, incluso con el mejor vestuario diseñado. El uso de etiquetas y señales claras como 'Colgar Toallas Mojadas Aquí', 'Ropero Guía' y 'Ropa Sucia' ayuda a evitar el desorden. También son muy útiles los contenedores compactos para residuos como cinta usada y para artículos pequeños como vendas. El mantenimiento por parte del personal, como limpiar periódicamente los bancos acumulados de suciedad y reubicar el equipo descolocado, también contribuye. Todo esto anima a los atletas a acomodar sus pertenencias y apreciar cómo esto puede hacer que el vestuario se sienta más espacioso. Cuando estos principios son comprendidos, el espacio puede mantener su orden por períodos más largos.